Por qué el 42 % de las empresas fracasan por falta de demanda: así lo evita la investigación de mercado
El dato que no puedes ignorar
Según un análisis de CB Insights de más de 100 startups que cerraron operaciones, el 42 % de esos fracasos se debe a que no había una necesidad real de mercado para su producto o servicio. CB Insights+2DigitalOcean+2
Es decir: casi la mitad de los proyectos no sobrevivió simplemente porque ofrecía algo que nadie realmente demandaba.
Ese porcentaje evidencia una realidad común —y peligrosa— para emprendedores y empresas: una buena idea o un producto atractivo no garantiza éxito si no hay demanda real que lo respalde.
¿Qué significa “falta de demanda”?
Cuando hablamos de “falta de demanda” nos referimos a situaciones como:
- Que el público objetivo no necesita lo que ofreces.
- Que el problema que buscas resolver no es prioritario para los consumidores.
- Que hay poca intención de compra, aun cuando la propuesta parece atractiva en papel.
- Que tu producto o servicio no encaja con el contexto, hábitos o necesidades reales del mercado.
En esos casos, incluso los mejores esfuerzos de marketing o ventas no pueden sostener un negocio a mediano plazo.
¿Por qué muchas empresas aún así lanzan sin validar el mercado?
Varias razones explican esta desconexión entre idea y demanda real:
- Confianza excesiva en la “intuición” o en la propia convicción de la idea.
- Falta de datos de mercado actualizados o completos.
- Presión por lanzar rápido (y capturar oportunidad) sin invertir en investigación.
- Subestimación de la complejidad de entender al consumidor real.
- Falta de conciencia sobre la importancia del “ajuste producto-mercado” (product-market fit).
En la práctica, muchas empresas “arriesgan” su inversión sin fundamento: gastan en desarrollo, infraestructura, marketing o expansión… para eventualmente descubrir que nadie está dispuesto a pagar por lo que ofrecen.
Cómo un estudio de mercado reduce ese riesgo — y maximiza las posibilidades de éxito
Contratar un estudio de mercado antes de lanzar un producto o servicio puede marcar la diferencia entre un proyecto viable y uno condenado a fracasar. Estas son las formas en que la investigación protege tu inversión:
Validación de demanda real
Con técnicas cuantitativas (encuestas, cuestionarios, segmentación) puedes medir cuántas personas tienen la necesidad o deseo del producto/servicio, qué tan urgente es, y cuál es su disposición a comprar. Eso permite estimar el tamaño real del mercado, evitando apostar a algo demasiado pequeño o de baja demanda.
Conocimiento profundo del consumidor
Estudios cualitativos (entrevistas en profundidad, focus groups, observación) permiten entender motivaciones, temores, barreras, percepciones y contexto de compra. Así sabes no solo qué quieren tus clientes potenciales, sino por qué lo querrían, o por qué no.
Ajuste de oferta, precio y propuesta de valor
Con datos de mercado puedes definir mejor tu propuesta: qué características debe tener el producto, cuál precio sería aceptable, qué beneficios destacar, qué necesidades reales atender. Evitas subestimar o sobreestimar el valor percibido, lo que mejora tus posibilidades de éxito.
Reducción de riesgos financieros y operativos
Al invertir primero en conocimiento de mercado, se evita un gasto excesivo en desarrollo, producción, inventario o infraestructura para un mercado que tal vez no exista. Esto mejora la rentabilidad, reduce pérdidas y facilita decisiones más inteligentes.
Mayor probabilidad de escalar con éxito
Un negocio que nace con base en datos confiables tiene más solidez: su público, demanda y valorización están validados. Esto permite escalar con menor incertidumbre, buscar inversión o expandirse con mayor confianza.
Caso — hipótesis de lo que podría pasar sin investigación
Imagina una empresa de cosméticos que lanza una línea de productos naturales premium. Sin investigación, presupone que existe un público amplio dispuesto a pagar más por “naturalidad y calidad”. Invierte en diseño de envase, producción, marketing digital.
Pero al cabo de seis meses descubre que:
- El público local prefiere precios bajos.
- Muchos consumidores no valoran los ingredientes naturales; priorizan aroma o precio.
- El nivel socioeconómico de su área objetivo no corresponde al perfil premium.
El resultado: ventas bajas, inventario acumulado, pérdida de capital. Un fracaso esperado si nunca se validó la demanda.
Con un estudio de mercado previo —segmentación, perfil de consumidores, disposición a pagar, hábitos de consumo— esos errores se detectan antes de invertir.
Invertir en conocimiento es invertir en éxito
El dato de “42 % de fracasos por falta de demanda” no es una estadística fría: es una alerta para todo emprendedor o empresa que esté pensando en lanzar un producto o servicio.
Invertir en investigación de mercado no es un gasto adicional: es una salvaguarda estratégica. Permite validar ideas, ajustar oferta, reducir riesgos y aumentar las probabilidades de éxito real.
En Agencia Wilsa transformamos tus ideas en estrategias fundamentadas. Te ayudamos a conocer tu mercado, entender a tus clientes y tomar decisiones con datos reales, no con suposiciones.


