Cómo errores mínimos se vuelven costosos sin investigación previa
Las decisiones empresariales que parecen pequeñas (pero no lo son)
En los negocios, cada decisión importa. Sin embargo, muchos emprendedores y directivos subestiman el impacto de lo que consideran detalles: elegir una ubicación, definir precios o capacitar al personal de atención.
A simple vista, parecen ajustes menores. En la práctica, son los que determinan el éxito o el fracaso de un proyecto.
Cuando estas decisiones se toman sin una investigación previa, el riesgo aumenta. Las empresas comienzan a reaccionar a los problemas, en lugar de anticiparse a ellos.
El costo de una mala ubicación
Abrir una sucursal “donde hay mucha gente” suena lógico, pero sin un estudio de geomarketing, esa elección puede ser un error millonario.
- Una zona con tráfico no siempre significa un público dispuesto a comprar.
- Los niveles socioeconómicos y los hábitos de consumo cambian de una calle a otra.
- La competencia directa puede absorber tu mercado antes de que llegues.
Un análisis de ubicación previo puede prevenir años de pérdidas y asegurar que la inversión esté en el lugar correcto.
En Wilsa, a través del Geomarketing Estratégico, ayudamos a las empresas a identificar zonas rentables, comportamiento de consumidores y puntos de oportunidad reales.
Los precios: una decisión que define la rentabilidad
El precio es mucho más que un número. Refleja percepción, valor y posicionamiento. Sin un estudio de mercado adecuado, establecerlo “a ojo” puede generar dos escenarios igualmente costosos:
- Precio alto: aleja al cliente y reduce el volumen de ventas.
- Precio bajo: erosiona la rentabilidad y devalúa la marca.
Con una investigación cuantitativa, se puede determinar el rango de precio que el consumidor está dispuesto a pagar, sin afectar el margen de ganancia.
En Wilsa, medimos elasticidad de precios, disposición de pago y comparativos con la competencia, para que cada decisión esté respaldada por datos.
La atención al cliente: el error más invisible (y más caro)
Un mal servicio puede destruir una marca incluso con un buen producto. El problema es que muchas empresas no lo detectan a tiempo.
Con el programa de Mystery Shopper de Wilsa, evaluamos la experiencia real del cliente en cada punto de contacto:
- ¿El personal saluda y asesora correctamente?
- ¿Se cumplen los protocolos de venta?
- ¿La experiencia es coherente con la promesa de marca?
Cada interacción mal gestionada significa pérdida de confianza y, por ende, pérdida de clientes. Lo que parece un “detalle humano” puede transformarse en una caída sostenida de ingresos.
El precio de no investigar
Las consecuencias de omitir la investigación son tangibles:
- Inversiones en zonas no rentables.
- Productos mal posicionados.
- Estrategias de venta sin retorno.
- Clientes insatisfechos y pérdida de reputación.
Lo que al principio parecía un ahorro —no invertir en investigación— se convierte en un gasto mucho mayor.
Una decisión sin datos puede costar miles de pesos; una decisión con datos, puede garantizar crecimiento, estabilidad y lealtad.
Decidir con certeza, no con suerte
Cada empresa tiene una historia distinta, pero todas enfrentan el mismo dilema: actuar por intuición o decidir con información.
La diferencia entre una sucursal exitosa y una que cierra, entre una marca amada y una olvidada, está en la información previa a la acción.
En Agencia Wilsa convertimos los datos en estrategias rentables. Antes de invertir, pregunta: “¿ya lo investigamos?”


